Felip Vidiella, Director de Innovación de Dow área de Europa, Oriente Medio y África

 

J.A. DOMÈNECH
08/03/2017

 

Vidiella es una rara avis. Nacido en Vinyols i els Arcs, se ha criado entre Riudoms, Reus y Tarragona. Uno de esos directivos nuestros que tiene una gran responsabilidad en una multinacional: nada menos que la Innovación e I+D en áreas geográficas de gran importancia para la compañía. Aparece bien poco en los medios, comparte su oficina en Tarragona con otra en Suiza, pero se pasa el año viajando por todo el mundo. Nos quedamos con un titular, pero la entrevista da para muchos más.

 

‘En Dow tenemos que diseñar productos para el cliente de nuestros clientes’

 

Muchos años en la misma compañía. ¿No ha tenido la tentación o la oferta de trabajar para otra multinacional?, ¿qué tiene Dow para ser tan atractiva a los ojos de un especialista en I+D?

El mercado laboral de dirección es muy dinámico y siempre hay ofertas por parte de otras compañías, pero Dow te ofrece una libertad de trabajo y una capacidad de decisión, a todos los niveles, que no es fácil de encontrar en la industria. Además, en estos más de 30 años en investigación he ocupado siete posiciones diferentes en varios países. Así que, simplificando, he cambiado de trabajo, de media, cada cuatro años y en este último, el más largo en duración, las responsabilidades y la dimensión geográfica del puesto se han ampliado en dos ocasiones. Realmente, no he tenido tiempo de aburrirme.

En cuanto al atractivo, te diría que Dow tiene la innovación, que no la investigación, en su ADN desde los tiempos de su fundador (Herbert H. Dow). Trabajar y ver el resultado de tu trabajo en la sociedad, día a día, es un aliciente difícil de superar. Cada año hay nuevos proyectos que demandan nuevos enfoques para solucionarlos, desde el punto de vista tecnológico, organizativo o de gestión relacional con instituciones externas. Si te gusta el no saber cómo o cuando va a acabar el día, te gustaría trabajar en Dow.

 

Puede indicarnos algunas cifras y perspectivas para Europa y España de su empresa.

Los datos de 2016 se están cerrando, así que permíteme hablar de los del 2015. Dow generó, unas ventas de 48,778, millones de dólares y obtuvo unos beneficios operativos (operating EBITDA) de 9,596 millones. Es decir que generamos un retorno sobre ventas del alrededor de 20%, lo que deja un 80% de esas ventas (unos 40, 000 millones) en lo que podríamos llamar distribución social – el dinero que introduce una compañía en la estructura social que la rodea para operar.

 

¿Y específicamente plásticos?

La división de Packaging and Specialty Plastics (P&SP) es una de las más rentables de la compañía y es realmente global, con centros de producción en las cuatro áreas geográficas en las que Dow divide el mundo (Norteamérica, Latinoamérica, Asia-Pacífico y Europa/Oriente Medio/África). Esta última área representa un 30% de las ventas globales. En total, la división de P&SP, generó en 2015 cerca del 50% de los beneficios de la compañía.

 

¿Y el site de Tarragona?

El centro de Tarragona está prácticamente enfocado al negocio de etileno y polietileno en sus distintas gamas de producto y es uno de los centros de producción de poliolefinas más diversificados de Dow con cerca del 70% de su capacidad exportándose a otras áreas geográficas. La importancia de Tarragona es significativa, tanto a nivel de producción como a nivel de investigación dentro de Dow.

 

La mejora de la competitividad pasa por mejorar continuamente el entorno empresarial y social

 

Dow, precisamente, ha acometido en los últimos años fuertes inversiones para atender la demanda creciente de polietileno y otros materiales. No parece, pues, que podamos prescindir de estos materiales en un futuro. Antes al contrario, cada vez tendrán mayor presencia y especialización…

El polietileno, junto con el polipropileno, es la piel de la sociedad en cuanto a materias primas para el envase. Con estos productos envasamos y embalamos la mayoría de los artículos que usamos a diario y mientras tengamos una sociedad organizada en ciudades los seguiremos necesitando para cubrir nuestras necesidades de protección y transporte de los bienes consumibles al coste más efectivo. Además del Packaging, se utiliza como tubería para gas y agua, recubrimiento de invernaderos, en botellas de detergente, contendores de transporte de líquidos o formado parte del paisaje como suelo de terrazas, bancos o áreas de juegos.

Es un material ligero, duradero, resistente, no reactivo, reciclable y con otras muchas propiedades que apreciamos para proteger los productos que consumimos, pero también nos muestra nuestra falta de conciencia ambiental cuando no lo usamos correctamente y lo desechamos sin respeto. Su propia longevidad nos recuerda ese mal comportamiento durante mucho tiempo por ejemplo cuando los vemos ondear como bolsas en los matorrales al lado de la carretera o flotar en el mar.

 

Nos falta un gran recorrido en la concienciación…

Nos gusta culpar a las cosas en lugar de a las personas, pero tendremos que empezar a cambiar porque el consumo de polietileno se acerca a los 90 millones de toneladas al año con un crecimiento cercano al 3% anual. Para cubrir esas necesidades, Dow ha invertido en el proyecto Sadara, en Arabia Saudí, y en las nuevas unidades de producción del Golfo de México. A estos niveles de consumo nos vamos a tener que acostumbrar a reciclar correctamente el polietileno, y otros polímeros, porque no podemos dejar de usarlos sin cambiar nuestro estilo de vida.

 

title=»‘Nos vamos a tener que acostumbrar a reciclar correctamente el polietileno, y otros polímeros’»

 

Además, el mercado va a pedir precisamente soluciones prácticas, sostenibles, seguras y baratas.

Correcto. El mercado del envase y el embalaje lleva ya unos años transformándose para seguir el ritmo social, usando materiales que son combinación de las mejores propiedades de cada uno de sus componentes ,con dos factores que se superponen a las necesidades técnicas: que sean cada vez más fáciles de reciclar y más económicos. Lo primero se consigue con la uniformidad molecular de los materiales y lo segundo sustituyéndolos por materiales más resistentes dentro de la misma familia de polímeros. Es un cambio silencioso y solo apreciado por el consumidor en la reducción de espesor de los envases pero en el que hay implicados una gran cantidad de ingenieros y científicos. Le pongo unos ejemplos: poca gente podría distinguir las 11 capas de distintos materiales que hay en un Tetrabrik o las 5 o 7 capas de materiales plásticos que conforman las bolsas de queso, carne o frutos secos, o las 3 o 5 capas de los embalajes plásticos que recubren los packs de botellas o los pallets de transporte. Hoy podemos saltar sobre algunas bolsas herméticas y estas resisten el impacto sin abrirse. Esta seguridad y niveles de higiene en el envase y su transporte solo se consiguen mediante la innovación continua de los materiales.

 

Hay, pues, una demanda social que pide la mejora de los envases alimentarios.

Así es. Cada vez somos más conscientes de la influencia que tienen los productos que consumimos en nuestra salud. Demandamos productos más naturales pero no todos tenemos un huerto en casa o somos expertos agricultores. La protección y el transporte de los alimentos son factores inherentes en la sociedad y necesitamos cubrir esa necesidad ya que es durante esa fase, entre la producción y el consumo, donde desperdiciamos hasta el 30% de lo que producimos. Una sociedad avanzada no puede permitirse desperdiciar el 30% de su esfuerzo. Los envases los preservan, los embalajes los protegen.

 

Dow detenta el liderazgo mundial en producción de polietileno.

Ciertamente, Dow es la empresa líder en producción de etileno. En su transformación a polietileno intercambiamos la corona de ser los mayores productores del mundo con uno de nuestros competidores, dependiendo del año, y a mucha distancia del resto de productores.

 

Usted ha dicho que el siglo XXI nos conduce a un mercado caótico, adaptable y regido por las aplicaciones y no el producto. ¿Cree que el sector es plenamente consciente de este factor?, ¿están las compañías adaptadas a esta filosofía?

Hace ya unos años que vengo explicando este concepto y que desde Dow hemos englobado en el programa Packstudios. Parece complejo, pero se lo voy a explicar con pocas palabras: Tenemos que diseñar productos para el cliente de nuestros clientes.

En Dow, siempre produciremos productos que funcionen en las máquinas de transformación de nuestros clientes, pero no van a ser sus especificaciones las que dirijan nuestros desarrollos sino las especificaciones de los fabricantes del producto final. Nos ajustaremos a las necesidades que estos últimos tengan y haremos que sean transformables. Los fabricantes de productos finales están encantados con este modelo. Ellos son los que ven un mayor número de posibilidades. Las opciones para un productor de materiales como Dow, con una gama amplia de productos, se multiplican al poder diseñar soluciones con multitud de productos. La aplicación final es el objetivo.

 

Y suele decir también en conferencias y foros que hay que adaptarse al entorno local, pero que también hay que se apátrida con las regulaciones. Teoría no criticable, pero que argumenta las deslocalizaciones.

Esta fue una de las directrices que di en uno de los actos de clausura del Tricentenario dedicado a la innovación y de la que hay que entender el contexto. Una sociedad que demanda a sus empresas competitividad global para que generen puestos de trabajo y contribuyan con sus impuestos, sine die, no puede ser una mera espectadora de los cambios y dinámicas mundiales. Si se pagan impuestos, se generan puestos laborales y se desarrollan soluciones tecnológicas complejas para seguir operando en un lugar determinado algún beneficio tendrá que aportar la sociedad que le rodea para balancear la situación, ¿no cree?

La sociedad y las administraciones no pueden mantenerse ajenos a la situación y legislar de forma no competitiva. No es la empresa la que compite a nivel global, es la empresa y el entorno social los que lo hacen. A veces nos olvidamos de ello y pasamos a las empresas toda la responsabilidad sobre el futuro.

 

Aunque también hay ventajas, como el entorno portuario, un clúster muy potente, la Universidad.

Tarragona es un lugar privilegiado y se lo digo con conocimiento de causa ya que estoy fuera de España más de la mitad del año y viajo por todos los continentes. He visto infinidad de complejos industriales y entornos sociales y Tarragona me sigue pareciendo un lugar privilegiado. Tiene un buen entorno de conocimiento, un sociedad educada en la industria, un marco laboral flexible, un puerto y unas comunicaciones competitivas que tienen que seguir mejorando y, desde el punto de vista químico, un entorno empresarial diverso que tendrá que reajustar su estrategia colectiva a la tendencia obvia del mercado petroquímico y de derivados a ubicarse cerca de las fuentes de materia prima: los pozos de gas y petróleo.

 

En definitiva, ¿podremos seguir siendo competitivos?

La materia prima barata es un factor importante en el desglose de costes de los productos básicos, pero pierde fuelle en las especialidades. Como aprendimos de los japoneses, hace años, la clave está en generar valor añadido por delante de la competencia. Los suizos lo hicieron también con su industria relojera ante el avance de los relojes de cuarzo.

Siempre podemos y debemos mejorar pero por encima de todo no perdamos lo que ya hemos conseguido. En la industria manufacturera no existe el borrón y cuenta nueva. Se tarda años en generar de nuevo un entorno competitivo y seguramente para entonces las condiciones del mercado han cambiado. En el entorno de la investigación, el efecto es incluso exponencial: pierdes comba y ya has salido del juego.

La mejora de la competitividad pasa por mejorar continuamente el entorno empresarial y social. Sin el uno muere el otro y viceversa.

 

Vidiella se considera “mediterráneo”. “Europa es aún un paso intermedio en lo que tendría que ser un área económica de contrapeso en el mundo”. Tuvo claro que su responsabilidad en Dow le obligaría a pasar gran parte del año viajando. Y está encantado: “Como aprendí hace tiempo, el mundo es un libro del que solo lees una página si te quedas en un mismo sitio”.

 

PERFIL

Edad: 56 años

Profesión: Químico industrial

Rasgos principales de su carácter: Directo, poco seguidor de normas y protocolos, analógico, lógico y extrovertido.

Aficiones: La historia y cultivar las relaciones humanas.