Josep Lluís Díez
Jefe de Dominio Público y Protección Portuaria del Port de Tarragona
06/09/2021
V.T.
Josep Lluís Díez está al frente del departamento de Dominio Público y Protección Portuaria en el Port de Tarragona. Lleva más de 15 años trabajando para esta institución y ha participado como ponente en el Horizon Europe Week 2021, organizado por Acció con la colaboración del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) y la Comisión Europea. Se trata de un evento en el que se expusieron las líneas de actuación y las prioridades de financiación del Programa Horizonte Europa, que cuenta con un presupuesto de casi 100.000 millones de euros para los próximos años. Díez participó en el ámbito de la seguridad y aprovechó su intervención para explicar las necesidades y retos de los puertos en materia de seguridad y reclamar un código de seguridad marítimo-portuaria que aglutine las diferentes normativas y herramientas sobre esta materia.
¿Cuáles son sus funciones como Jefe de Dominio Público y Protección Portuaria?
Son dos funciones totalmente diferentes, interconectadas pero sin una relación directa. La gestión del dominio público no es otra cosa que la participación y la integración de las empresas y los negocios dentro del puerto, aquella relación jurídica en virtud de la cual las empresas se implantan dentro del puerto para desarrollar sus actividades, básicamente construyendo terminales de manipulación de mercancías, y el desarrollo de las actividades dentro del enclave. También desarrollo una labor en materia de seguridad, no en materia de seguridad integral, sino en materia de protección. La seguridad se divide en dos ramas: safety y security. La safety está vinculada a la seguridad industrial o a la protección civil, también llamada autoprotección. Y la protección portuaria o security está vinculada a los actos antisociales, el más relevante de los cuales es el terrorismo. Desde este ámbito, yo gestiono la seguridad desde el punto de vista del interés general portuario para dar servicio al negocio. Desarrollamos una seguridad que tiene que ver con el mantenimiento de los estándares de seguridad para que el transporte sea seguro y para que el comercio sea seguro. Por lo tanto, gestiono a la Policía Portuaria, que es el brazo ejecutor operativo de este ámbito de la seguridad. Y también gestiono toda la normativa su cumplimiento de las diferentes legislaciones en materia de infraestructura en el ámbito de protección portuaria que emanan de directivas portuarias o convenios internacionales.
¿Cuál fue su aportación a la Horizon Europe Week?
A Acció, una entidad que promociona la participación de empresas catalanas en proyectos europeos del Horizonte 2020, le interesó nuestra participación como Port de Tarragona para mostrar a las empresas con interés en presentar proyectos a Europa que hay infraestructuras como la nuestra, que, por su diversidad en el ámbito de la seguridad (de actores, de riesgos…), tienen experiencias interesantes en este ámbito. Lo que yo pretendía, además de mostrar el interés de la Autoridad Portuaria de Tarragona en participar en proyectos europeos, era explicar que estas grandes infraestructuras tenemos muchas necesidades en materia de seguridad y que los proyectos europeos de aportación de fondos pueden servir a las empresas privadas o a los consorcios para desarrollar ideas o herramientas para que las autoridades portuarias y los gestores de otras infraestructuras puedan solucionar estas necesidades. Son necesidades que vienen determinadas por la gran extensión de terreno, la multidisciplinariedad de servicio, por la cantidad de riesgos conexos que tienen… La voluntad era activar la inteligencia de las empresas para presentar proyectos europeos y, si resultan interesantes, participar nosotros también en estos proyectos, que puedan verificar estas ideas en el Port de Tarragona, como prueba piloto.
¿Cuáles son los retos del Port de Tarragona en materia de seguridad?
Como expliqué en mi presentación, los puertos tienen una gran dificultad de gestión desde el punto de vista de la seguridad por su multidisciplinariedad, por los diferentes riesgos que tenemos, la concurrencia de diferentes administraciones, clientes diferentes e intereses variados. Nuestra mayor dificultad no es gestionar cada uno de los riesgos de manera individual, puesto que tenemos herramientas y planes específicos para hacerlo, sino ser capaces de gestionar de una manera combinada todos estos riesgos que, a veces, confluyen. Tenemos que tender a lo que tienen algunos países anglosajones, tener un verdadero código de la seguridad marítimo-portuaria, que nos ayude a aglutinar normativamente y desde un punto de vista de las herramientas cómo gestionar estas situaciones que muchas veces se pueden producir de manera combinada.
¿Este código de seguridad se ha demandado desde las autoridades portuarias?
Está claro que lo ideal es codificar, es decir, todo aquello que tenemos disperso y que ha nacido en diferentes momentos temporales y en diferentes foros legislativos, incluso competenciales, debe aglutinarse. Catalunya, por ejemplo, tiene competencias en materia de protección civil pero en materia antiterrorista la competencia pertenece al Estado. Todo este caos tiene que ordenarse porque el que tiene el problema es el que lo gestiona. El proceso de codificación, de aglutinación, es demandado siempre en todos los ámbitos, desde la seguridad a otros aspectos. El gestor necesita todo armonizado y si, cuando coges dos normativas distintas, hay elementos de desarmonía, ¿cómo lo gestionas? ¿Qué va delante la seguridad medio ambiental o la antiterrorista?
¿Se han encontrado a menudo con estas contradicciones?
No es algo muy común porque somos un puerto con unos altos estándares de seguridad, que nos permiten evitar situaciones de riesgo, pero a veces te encuentras con situaciones como estas. Los anglosajones, en este ámbito, van muy por delante. Países como Australia o Nueva Zelanda tienen códigos que aglutinan todo esto, no solo normativamente, sino también con herramientas.
“Nosotros tenemos muchas herramientas telemáticas e informáticas para gestionar diferentes riesgos, pero no están aglutinadas”
Es decir que, además de un código, ¿también se reclaman herramientas para gestionar todo esto?
Evidentemente. Nosotros tenemos muchas herramientas telemáticas e informáticas para gestionar diferentes riesgos pero no están aglutinadas. El sector privado es quien desarrolla estas herramientas de verificación, tutelaje, etc., pero viven dispersas. Yo creo que acabaremos llegando a tener un código de seguridad marítimo-portuaria.
¿El Horizon Europe Week es un buen punto de encuentro para demandar estas herramientas a las empresas privadas que puedan desarrollarlas?
Sí, lo es. De hecho, lo que yo pretendía con mi presentación era mostrar lo que es una gran infraestructura como el puerto para generar una reflexión sobre ellas, pero también acabar haciendo alguna reflexión sobre las necesidades que tenemos los puertos. De esta manera, quería trasladar a las empresas que hay oportunidades de mejora y eso significa que hay oportunidades de negocio. Los gestores podríamos crear estas herramientas a nivel normativo pero nos falta toda la parte de tecnología porque, hoy en día, todo esto debe gestionarse con tecnología, y con drones, que son el paradigma de la gestión de la seguridad desde el punto de vista tecnológico.
¿Cómo valora este tipo de eventos?
Creo que son muy necesarios porque España y Catalunya y su tejido empresarial no pueden dejar pasar la oportunidad de recibir fondos de Europa. Este dinero está pensado para financiar ideas y proyectos de las empresas y, por lo tanto, es una fuente de financiación. Es cierto que, teniendo en cuenta que estos proyectos se tienen que presentar y desarrollar desde un punto de vista colectivo, donde participen entidades de diferentes características, de diferentes estados, etc., hace falta que alguien como Acció y, a nivel estatal, el CDTI, hagan este tipo de jornadas para hacer partícipes a las empresas pequeñas y medianas que quieren obtener fondos de que esto es posible y también trasladarles la información de gestión y burocrática para poder desarrollar los proyectos. La jornada donde participé no tenía la parte formal, sino que quería provocar reflexión y desarrollo de ideas a los participantes, pero hay otras jornadas que tienen por objeto ayudar y tutelar a estas empresas en la participación de proyectos europeos. Según el CDTI, España ha sido el primer estado en solicitar estas ayudas. Eso es una muy buena noticia, pero la mejor sería que España y Catalunya fueran los primeros en recibirlas. Cuantos más consorcios o empresas participen, más posibilidades habrá de obtener estos fondos. Es dinero que sale de España y Catalunya hacia Europa y es una pena que después no vuelva.